Sería muy larga la lista de cosas que amamos de esta gran nación. Por algo es considerado el 3er país más alegre del mundo. ¿Será el calor de su gente? ¿será la cumbia y el vallenato? ¿será que sus calles están llenas de color? Yo creo que es por todo eso y por estas 7 costumbres increíbles de Colombia, que en breve les presentaré.
- El Festival de Blancos y Negros: Celebrado en San Juan de Pastos, se divide por jornadas. Tanto el día de los blancos y el de los negros, los participantes se pintan el rostro tomando en cuenta el día en que estén. Perfecto para ahorrar en maquillaje.
- “Tomarse un tinto”: Esta frase no se refiere a una copa de vino. Más bien se refiere al café muy negro. Tomando en cuenta que es uno de los países con el mejor café en la Tierra, yo agradecería “un tinto” a cualquier hora.
- Concurso anual del Hombre Más Feo: Celebrado en el municipio de Rio Negro en Antioquía y también conocido como “El Reinado del Feo”, es un certamen donde se toman en cuenta las facciones menos agraciadas. No por nada utilizan el lema “ser feo paga”.
- Carreras de Cuy: En Bogotá se realizan coloridas competencias donde los peludos atletas corren para meterse unas vasijas de distintos colores. Se apuesta, tanto por el primero que llegue, como por a cuál vasija de color irán a esconderse el simpático roedor.
- El Festival del Burro: Ya de por sí nos llama la atención que en Colombia se le dedique un festival a uno de los mamíferos de menor talento, pero la cosa se pone mejor. Resulta que al burro se le disfraza con elementos que hacen referencia a personalidades de la vida pública.
- El Tejo: Se trata de un deporte autóctono colombiano, donde se lanza un disco de metal hacia una pared cargada de pequeños explosivos, con el fin de hacerlos estallar. ¿No creen que sería interesante verlo en los Juegos Olímpicos?
- Las Palenqueras: Como salidas de un cuadro costumbrista, estas mujeres afrodescendientes, con trajes coloridos salen a vender frutas por las calles de Cartagena. Todo un espectáculo sin desperdicio.
Colombia es inagotable en costumbres y sorpresas. Es un destino obligatorio para los que quieren conocer la alegría intensa. Bogotá, Medellín y Cartagena son ciudades que esperan con los brazos abiertos y una sonrisa del tamaño del sol.
También te podría interesar: