Desde la primera vez que cruzamos a Asia somos unos enamorados de la región. Son muchos países, casi 50. Hermosos y peculiares cada uno. Pero Japón es espectacular. Una de las metrópolis más increíbles que podrás conocer: Tokio. Aquí una vista de ella. Este es solo un pedacito, porque Tokio es gigante. De verdad empiezas a atravesarla y no terminas.
Es una ciudad dividida en ‘distritos’ o barrios. Cada uno con su característica. Por ejemplo, Ginza es para las compras de modas. La vida nocturna, los mejores restaurantes, discotecas y bares: Roppongi. Odaiba, en la Bahía de Tokio con la vista más hermosa de esa parte de la ciudad; se junta el agua con el cemento en lo que podemos llamar, concierto arquitectónico. Para ver las luces de neón y la gente con ropas futuristas, tendrás que ir a Shibuya. Mientras que para visitar el templo budista más importante (y es algo que no puedes dejar de visitar cuando vayas a la capital de Japón) es Asakusa. Todos los distritos intercomunicados, por un sistema de metro y transportación publica, envidiables. En extremo puntual. En hora a tal medida, en que cuando un tren se retrasa por cualquier razón, puedes pedir un recibo de la tardanza, para presentar en la escuela o en el trabajo y así justificar el por qué llegaste tarde a tu compromiso.
Fuimos al Tokyo Dome a ver un juego de béisbol. Nos aburrimos. Que es mucho decir de un dominicano en un play. Pero es que los japoneses no se inmutaban. Los equipos anotaban carreras, hacías strikes y nada. Todos ellos permanecían en silencio. Para hablar, teníamos que hacerlo casi en secreto. ¿Te imaginas?
La comida. Ciertamente hay muchos platos, para nosotros, extraños y de sabores exuberantes. El sashimi (pescados crudos) es para mí, el bocado más exquisito que se puede probar. En el distrito de Tsukiji es donde se localiza el mercado de pescados; impresionante. El atún es uno de los más preciados y sin dudas un favorito japonés. El mío es el sashimi de salmón, pero igualmente esto es casi para hacerle reverencia. Sin mencionar que es la ciudad con más restaurantes con estrellas Michelin del mundo. Con tres estrellas, hay más de una docena de ellos.
Mientras estás en Japón, es muy importante prestar atención a las ceremonias. Es una cultura basada, enteramente, en tradiciones y costumbres. Ellos son metódicos, honorables e inquebrantables. Aun hoy, muchos japoneses temen a la vergüenza y a ser expuestos públicamente. Guardan ritos milenarios, como la ceremonia del té; el cuidado del bonsai, las bodas, la música tradicional, los jardines japoneses, las luchas de sumo, baños públicos, los masajes. La tradición cuida mucho la edad; los mayores son más respetados e importantes. Contrastando grandemente con esta ceremoniosidad, caminando por Roppongi, por ejemplo, o por Akasaka, a cualquier hora de la madrugada, te puedes encontrar un grupo de jóvenes locales, totalmente ebrios y fuera de control.
LAS OLIMPIDAS, el tema que me hizo recordar el viaje a Japón. Fuimos en 2013 y en cada esquina había un letrero pujando por la sede. Y ganaron. Compitiendo con ciudades como Doha, Madrid, Estambul y Roma. Desde antes de entonces, están los japoneses preparándose para este evento. En marzo de este año, hubo que derivar al plan B. La nueva fecha para las Olimpiadas Tokyo 2020 + 1 es del 23 de julio al 08 de agosto. El COI ha dicho que con o sin público, se llevarán a cabo estos juegos. Los atletas están preparados. La afluencia de personas dependerá de lo que suceda con los avances del día de hoy.
Sin lugar a duda, conocer Asia es conocer otra historia, con prácticamente más de la mitad de la población del planeta; esta región es otro mundo.