Los legendarios baños turcos son una costumbre árabe que tuvo su mayor apogeo durante el Imperio Otomano. Sin duda alguna es una experiencia relajante, un ritual… un baño de vapor húmedo. En la antigüedad, era un importante punto de encuentro social. Baño Turco se le llama tanto al baño en sí, como al edificio que lo alberga: generalmente estructuras de una arquitectura impresionante.
Otros baños famosos son las aguas termales japonesas. Japón es un conjunto de islas cuya estructura se sostiene en un sistema volcánico, provocando que en muchos lugares broten aguas calientes, las cuales pueden ser utilizadas como baños. Un dato interesante es que en este ritual todos comparten desnudos, sin importar si son conocidos o no, parientes o enemigos. Los más populares se pueden encontrar en Hakone.
Andando por casi cualquier ciudad asiática te hallarás con muchos lugares donde anuncian masajes para los pies y para el cuerpo. Según las personas que dan los masajes en los pies, con ellos podrás relajar el cuerpo completo, estimular la circulación, el drenaje linfático y hasta aliviar dolores en otras partes del cuerpo.
En Europa, Budapest lleva la delantera en este tema. Existen cientos de ‘tomas de agua’ cuyas temperaturas van desde los 20 grados centígrados, hasta los 80; brotando unos 70 millones de litros de agua cada día. Las aguas termales en esta parte del mundo adquirieron importancia en la década de 1930, pero su antigüedad data de los tiempos del Imperio Romano. Estas aguas termales poseen atributos medicinales y por ello la importancia de las mismas. Hoy día, para visitar los baños, tienes que hacer cita y cerciórate de si están divididos para hombres y para mujer.
No tenemos que ir muy lejos. Justo en el sur de la República Dominicana, por Barahona, tenemos aguas termales, cuyo azufre es un remedio potente para el estrés, afecciones de la piel y hasta reumatismo, entre otras propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo.
Algo que se me ha hecho costumbre durante una semana de crucero es disfrutar de todas las instalaciones del barco, incluyendo los increíbles Spas que ya tienen abordo. No hay experiencia más placentera que recibir un masaje, con tus ojos perdidos, mirando todo el mar en el horizonte. Durante la travesía puedes disfrutar de los manjares y los puertos. En la tarde, mientras el barco zarpa, puedes hacer un poquito de ejercicio en los gimnasios que están muy bien equipados. Luego tomar un sauna o baño de vapor, no sin antes disfrutar del jacuzzi de agua tibia.
No por casualidad, muchos hoteles alrededor del mundo le colocan el ‘apellido’ de Spa Resort. Relajarse, cuidarse y mimarse es tan importante hoy en día, como las decisiones del diario vivir y las debemos contemplar en la rutina semanal.
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